Vacía. Ya no hay dolor. Ya no hay sufrimiento.
Vacía. Como aquella calle en la que ya no esperas.
Vacía. Como aquella canción que cambiaste del Cd.
Vacía. Como cuando te sientes una mañana fría de diciembre.
Vacía. Como cuando dices adiós.
Vacía. Como aquella cerveza que me bebí rápido por estar nerviosa.
Vacía. Como mi caminar. Lleno de pasos hacia ninguna parte.
¿Lo bueno?. Que no duele.
Que ya nunca más dolerá.
Vacía.. pero también fría.
Y aunque me he prometido que no voy a llorar.
Y aunque quiera, no me salen lágrimas.
Porque he logrado no sentir nada. Congelada.
Los sueños siguen quedando. Lo que no hay ganas de cumplirlos.
O fuerzas.
Por mí, no te hubieras quedado en esperanza sino en realidad.
Pero yo no sigo a nadie. Y aunque mi vagón vaya vacío.
Este tren no espera por nadie.
Vacía. Como aquella última sonrisa que me dedicaste.
Vacía. Como aquel último beso que lanzaste lejano.
Vacía. Como esta foto.
Agujereada. Blanca. Vacía.